Cuando el pantano de Sau pierde, el embalse de Susqueda, gana. Y la imagen que certifica esta máxima es el puente de Querós, que vuelve a estar cubierto de agua un mes después de que fuera accesible otra vez por la sequía. El pantano de Sau está en estos momentos al 6% de su capacidad, muy bajo, no solo porque el río Ter baja con menos agua a causa de la falta de lluvias, sino porque se trasvasa parte de su caudal al vecino embalse de Susqueda, que está al 40%, donde se encuentra el puente de Querós.