Algunos piensan que, en la sociedad actual, los gigantes están donde están por pagar de forma justa a trabajadores y proveedores. Pero viendo cómo tratan a los segundos, ni imaginar lo que hacen con los primeros.
Eliana lleva muchos años patrullando, posiblemente más de veinte. No es la primera vez que recibe una multa, y temo que tampoco será la última.
Si bien su labor puede tener una buena intención, ejecutarla de manera inadecuada podría generar problemas aún mayores. A veces, parece cruzar ciertos límites que no debería. Hace años, por ejemplo, un maquinista tuvo que detener un tren debido a una de sus intervenciones.
Más allá de esto, la seguridad es un asunto crítico que no debería depender de iniciativas autogestionadas.
En la Lazio puedes admirar a Mussolini y no pasa nada, pero como se te ocurra enseñar el pene, te echan al instante. Al final, el problema no es lo que piensas, sino lo que muestras