#2 Yo sigo esperando que se publiquen otra denuncias, pero las de comisaría, y opino igual que tú, la bola empezó con que Errejón era un maltratador, acosador y abusador sexual, y el suflé se ha desinflado en menos de una semana.

#1 Algo que venía denunciando hace tiempo Roberto Vaquero era que Errejón tenía formas déspotas, que era un tirano. Auque eso no es delito como dice #2

#1 pues acabará en nada, porque no hay acusación de violación, ni de golpes ni otro tipo de violencia física ni de amenazas contra la vida o la integridad. Tampoco es su jefe ni tiene un poder estructural sobre su empleo o sus condiciones de vida.
Si la ha tocado contra su voluntad pero ha seguido a su lado en lugar de irse y no ha sido retenida por la fuerza, me temo que no hay caso.

#20 Seguramente para forrarse en los mierdos de comunicación

#12 De momento ya ha borrado algunas conversaciones que subio a Twitter.....

#3 Bueno, según las declaraciones de la moza si que echó el pestillo, pero yo, si ligase haría lo mismo, y no para que ella no escape, sino para que no se meta la gente de la fiesta en la habitación y te corte el polvo, igual era con llave o con combinación o biométrica, pero lo dudo en una casa normal.

#17 Una cosa es el mal gusto, la posición dominante haciendo gala de macho alfa y la falta de empatía de Errejón, pero lo que falla también esa contradicción que es lo que para muchos duele, que por una parte se defienda unos comportamientos de una relación de igualdad, de buenas maneras, buena comunicación, de empoderamiento de la mujer y al final el personaje real de Errejón no es así.
No sé si son abusos, pero el personaje queda fatal, y Elisa Mouliaá seguramente quedo en shock por ese cambio entre doctor Jekyll y el señor Hyde.
Esto también hace daño a todo el discurso feminista de la izquierda, porque llena de dudas porque hace que no sea creíble.

#4 Ahora, si una chica la primera vez que la ves, antes de cerrar la puerta de tu casa, ya te está rezando*, es una hija sana del patriarcado.

*Basado en hechos reales.