Curiosamente, estudios recientes de neurociencia han encontrado que la composición biológica del intestino podría contribuir a algunos de los síntomas más característicos del TEA. Más específicamente, los experimentos en ratones sugieren que la vía entre las bacterias intestinales y el sistema nervioso central puede afectar los comportamientos sociales.
Artículo:
www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0306452222003414?via=ih