Tres marineros y un mono vivían en una isla. Una tarde los marineros recogieron todos los cocos que pudieron encontrar y los colocaron formando un gran montón. Agotados después de tan duro trabajo, decidieron esperar a la mañana siguiente para dividirlos en partes iguales.
Durante la noche, un marinero se despertó y separó los cocos en tres partes iguales, dejando aparte uno que sobraba, que dio al mono. Cogió un montón, lo enterró y, juntando los otros dos que quedaban, se fue a la cama. Esto mismo hicieron a continuación los otros dos marineros, cada uno de los cuales realizó exactamente la misma operación. A la mañana siguiente, los cocos que
quedaban fueron divididos en partes iguales entre los marineros, sobrando uno, que le dieron al mono.
¿Cuál es el mínimo número de cocos que tuvieron que recolectar?