Como casi todas las historias, la del fármaco español Aplidin comienza por azar y tiene ingredientes de pasión, tesón y paciencia. En octubre de 1988 biólogos del Centre d’Estudis Avançats de Blanes (CEAB-CSIC) zarparon en el García del Cid , un buque de investigación oceanográfica del CSIC, a hacer un muestreo por las islas Columbretes y Baleares. El objetivo era recoger organismos para estudiar cómo interactuaban químicamente en los fondos marinos.
|
etiquetas: plitidepsina , ibiza , eivissa , covid , pharmamar