El instigador es Trump, que quiere construir su resort, y para ello necesita vaciarlo de Palestinos. Encuentra un tonto util, Netanyahu, al que encarga matar todos los que pueda, para tener que extraditar a sus supervivientes a los países vecinos.
Es lamentable, pero la única opción disponible para liberarte de una opresión así es la lucha armada (el opresor prefiere llamarla terrorismo), y tenemos muestras en nuestro propio entorno (los maquis, FAI, E.T.A.), todos carne de una Ley de Vagos y Maleantes, que aglutinaba incluso a los homosexuales. Podemos ver esa misma reacción en Sudáfrica, en Chile, Argentina, Cuba, Ucrania, Palestina, Sahara, y tantos más.