Es una pena cómo se han cargado una competición queriéndola convertir en un negocio (muchas veces ruinoso) a base de contratos millonarios, cadenas de televisión privadas, prensa amarillista-deportiva y enfrentamientos irracionales entre aficionados que sólo llevan al desastre.
Luego se quejan de por qué los jóvenes ya no ven atractivo el fútbol profesional como espectáculo de entretenimiento y se pasan a otras formas de ocio. Mis dos hijos pequeños (7 y 11 años) no quieren ver ningún partido de fútbol.
Lo único que no me gusta de todo el proceso (el resto me maravilla) es la correa que le pone al reloj. Creo que debería haber respetado el material, la forma y el color de la correa original...claro que lo mismo estoy siendo demasiado purista en ese aspecto.
#2 sí, pero no veo que los orcos, que son una raza inventada también, tengan rostros angelicales, midan casi dos metros, tengan orejas puntiagudas, respeten a la naturaleza, tengan el papel de "buenos en la historia" y además sepan hablar élfico...¿sabes por qué? Porque entonces no son orcos, son elfos.
El problema de fondo es querer abrir mercado, poder vender productos de todo tipo (la película, la serie, el libro, los cómics, el merchandising,...) a un público más amplio. Las grandes productoras no tienen el más mínimo interés en combatir el racismo o la desigualdad en sus productos salvo en los márgenes de beneficio que generan estás medidas.
Estás cuestiones vienen desde muy lejos. Por ejemplo, la Guerra Civil Norteamericana no se libró por querer liberar de la esclavitud a millones de esclavos negros. Esa guerra se libró entre los estados del Norte y del Sur por la tremenda desigualdad de beneficios que tenían los empresarios del Sur que empleaban mano de obra esclava, contra lo que los empresarios norteños no podían competir. Al acabar la guerra, toda esa población esclava fue libre y pudieron comprar los artículos que les vendían los empresarios del norte. Sí eran esclavos, no podían comprar nada, únicamente sobrevivían con lo que sus amos blancos del sur les daban. De esta manera, con la abolición de la esclavitud, los esclavos negros pasaban a ser consumidores, lo cual repercutió en grandes beneficios para los empresarios del norte.
Lo dicho, siempre hay un objetivo comercial detrás de todas estas medidas. Que también conllevan igualdad y reconocimiento de desigualdad, por supuesto, pero el fin primordial es el dinero.
A mí lo que más me gusta de este tipo de informes es que suelen salir de laboratorios políticos que no han tocado las matemáticas desde antes de la universidad.
Ojo que como la OPEP se ponga muy tonta, desde Yankilandia financian una revolución en uno de sus países miembros y luego ocupan el país durante 25 años, por si no se han enterado todavía de quién manda en el planeta...
“¡¡Constante, dos pechugas!!”