#7 es curioso: contemplas el agotamiento en ciertos trabajadores. Pero no en un obrero de fabrica, un maquinista, un encofrador, un pintor...
No nos engañemos: pobres informáticos, programadores, diseñadores... que se saturan. No como el resto, que en sus trabajos son indestructibles, física y mentalmente todas las horas que hagan falta.
#3 ojalá no tuviéramos los políticos hijos de puta que tenemos, capaces de mandar a los Cascos Azules a hacerse fotos humanitarias, mientras refrendan acuerdos de negocio con empresas armamentísticas de países que están cometiendo un genocidio en el mismo país a donde envían a los Cascos Azules.
Ese cinismo es de ser un hijo de la gran puta.
No, no puedes impedir que x país reviente a otro. Pero puedes no contribuir a la bonanza de un país genocida.
A estas alturas el ejército Israelí y por extensión todos los ciudadanos, por supuesto israelíes incluidos, que apoyan estas acciones de su país, ya no tienen nada que perder. Han dejado de ser personas humanas y de merecer cualquier deferencia salvo desprecio y vacio absoluto.
#1 colapsan los servicios públicos con su basura, para que no funcionen como es debido para casos mucho más graves y donde esos recursos son verdaderamente necesarios.