Al contrario. Creo que los talleres que se formen en mecánica para coches eléctricos SE VAN A FORRAR porque estoy seguro que la nueva tecnología va a traer mogollón de fallos por falta de testeo riguroso.
Un candidato está en una entrevista de trabajo. El psicólogo le dice :
- Le voy a realizar un test final para su admisión.
– Perfecto, dice el candidato.
– Entonces el psicólogo le pregunta:
– Usted está en una calle oscura y ve a lo lejos a dos faros viniendo en su dirección, ¿Usted qué piensa que es?
– Un coche, dice el candidato.
– Un coche es muy poco, ¿Qué tipo de coche? ¿Un BMW, un Audi, un Volkswagen?
- ¿Y cómo lo voy a saber ?
– Hummm…, dice el psicólogo, que continúa: le voy a hacer otra pregunta:
– Usted está en la misma calle oscura y ve sólo un farol viniendo en su dirección, ¿qué es ?
– Una moto, dice el candidato.
– Si, pero ¿qué tipo de moto? ¿Una Yamaha, una Honda, una Suzuki ?
– Pero si es una calle oscura cómo lo voy a saber ? (ya medio nervioso)
– Hummm…, dice el psicólogo. Aquí va la última pregunta:
– En la misma calle oscura usted ve de nuevo un solo farol pero más pequeño y percibe que viene más lento, ¿qué es?
– Una bicicleta.
– Si, pero ¿qué tipo de bicicleta?, ¿una bh una bmx?
– No sé !!.
– ¡Ha sido Vd. descalificado! – Dice el psicólogo.
Entonces el candidato, medio triste con el resultado, dice al psicólogo:
– Aunque he sido descalificado, el test me ha parecido muy interesante ¿Puedo hacerle una pregunta, en la misma línea de razonamiento?
Y el psicólogo satisfecho responde, ¡claro que puede!
- Usted señor, está a la tarde casi noche en una calle mal iluminada. Ahí ve una mujer muy maquillada, con un vestido rojo muy corto, contoneándose y moviendo el bolso, ¿qué es?
– Ah! – dice el psicólogo – es una puta…
– Si, pero ¿qué puta? ¿Su hermana? ¿Su hija? ¿Su mujer? ¿O su puta madre?
A todos los que la presente vieren y entendieren, sabed:
Que las Cortes Generales han aprobado y Yo vengo en sancionar la siguiente Ley:
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS:
A través de dos decretos de 27 de junio de 1980 se autorizo a los entonces ayuntamientos de Gerona y Lérida a cambiar el nombre de sus municipios por el de su origen catalán, que es el de Girona y Lleida, respectivamente.
La propia tradición histórica, cultural y literaria de estas ciudades justificaron el cambio oficial de su denominación, que a la vez debe extenderse al nombre de las provincias cuya capitalidad jurídicamente ostentan, de acuerdo con lo establecido en el decreto de 30 de noviembre de 1833.
No obstante, actualmente se sigue manteniendo la denominación oficial de Gerona y Lérida para las mencionadas provincias, que provoca una evidente discordancia con el nombre oficial de los municipios a los que deben forzosamente adecuarse los mismos. El propio decreto de 30 de noviembre de 1833 establece en su artículo 1 que las provincias tomarán el nombre de sus capitales respectivas, excepto las de Navarra, Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, que conservarán sus actuales denominaciones.
Por otro lado, las mismas razones históricas y culturales que avalaron la denominación oficial de los municipios de Girona y Lleida se hacen igualmente extensibles para el nombre de las respectivas provincias, además de una manifiesta aceptación popular y social de la mencionada toponimia por parte de los habitantes de las mismas.
Asimismo, debe tenerse en cuenta que la Diputación de Girona (en sesión plenaria celebrada el 21 de octubre de 1986) y la Diputación de Lleida (en sesión plenaria celebrada el 18 de febrero de 1982) acordaron por unanimidad solicitar el cambio de la denominación oficial de sus respectivas provincias, en el mismo sentido que ahora se propone por la presente Ley.