Este edificio entero, en la Calle San Ildefonso, en Madrid, es acechado por un fondo buitre que lleva meses sobrevolando el negocio. Quiere convertirlo en pisos turísticos para que les rente más a los propietarios y echar a la calle a 24 familias. Entre ellas, la de Pilar, 25 años viviendo en el barrio de Lavapiés, o la de Nacho, con pareja y dos hijos. Tiene temor a enfrentarse a un mercado inmobiliario en la capital asfixiante. Otro ejemplo, otro bloque, al lado de Atocha que pertenece a una familia, con cientos de pisos en la capital.