Para llevar a sus pasajeros desde los 670 metros de su base a los 1.257 de altura donde está su estación de llegada, este teleférico usa únicamente el agua como contrapeso. Aun así, consigue moverse a 45km/h durante el minuto y medio de viaje que dura un recorrido capaz de salvar una pendiente máxima del 150%. Para descender, la cabina suelta el agua por el camino, lo que deja un gran espectáculo visual. El del video es uno de los últimos que quedan en el mundo, y para usarlo se ha de dejar en un bote 1 franco suizo para subir y 0,5 para bajar.
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