Este es Romero, y es la cara absoluta del abandono. Del abandono de las personas que miraban para otro lado, de la administración, de los trabajadores del albergue municipal, que recordemos cobran por ello con el dinero de nuestros impuestos y que el Ayuntamiento les proporciona pienso y servicio veterinario. Según las personas que alimentaban a Romero, han avisado incontables veces al albergue municipal y, o se han negado a ir, o han dicho que no se puede coger. Por desgracia para esta Protectora, nos es imposible hacer más por estos casos sin
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