El programa Supernanny (foto de abajo) no llegó a su tercera emisión y horas después de su estreno la versión lusa de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? es el último ejemplo de que los portugueses no toleran la telerrealidad. El programa se estrenó el pasado sábado y pocas horas después empezaron a llegar quejas a la Entidad Reguladora para a Comunicação Social (ERC), que confirma que ya está analizando el programa. Y no es el único que se observa con lupa.
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