A sus 37 años, Vinícius Ogawa ha adoptado una nueva rutina. Dedica sus miércoles y viernes por la noche a cenar con personas completamente desconocidas en diferentes restaurantes de Sao Paulo. No elige a sus acompañantes ni muchos menos el tipo de restaurante, pero son encuentros que se han vuelto especiales para él. "Se han convertido en momentos en los que puedo socializar. Siempre son una sorpresa, con gente e historias nuevas"
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