Un mes y medio después de la rotura del emisario a 40 metros de la orilla la tubería sigue rota, pero el baño está permitido pues según el concejal de playas se trata de agua depurada y "el color marrón del agua no son residuos fecales". En cuanto a la denuncia de los ecologistas de que el nivel de 200 enterococos superaba el límite permitido, Miragall ha manifestado que ese valor "depende en que tipo de análisis que comprenda y en este caso, no es un riesgo para los bañistas".
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