El túnel de base del Brennero, pieza clave en la ambiciosa ruta transeuropea con la que la UE quiere conectar Estocolmo con Sicilia, camina sobre la fina línea que separa el éxito de la catástrofe. Austria e Italia han avanzado en la construcción de sus respectivos tramos del túnel, Alemania se ha convertido en el eslabón débil del proyecto. Las razones: falta de decisión sobre el trazado definitivo, cuestiones burocráticas, financiacion y aumento de los costes, preocupaciones medioambientales y la oposición local al desarrollo del proyecto.