Natalia recibe en pisos, va a hoteles y habla con naturalidad de la profesión que ha elegido, de su pensamiento feminista y de la necesidad de diferenciar entre prostitución y trata. Barcelona ha aprobado la elaboración de una normativa que regule la prostitución voluntaria. Cada vez más mujeres dan la cara para reclamar sus derechos, cansadas de que otros hablen por ellas
|
etiquetas: prostitución , economía , sociedad