José Antonio Abella tiene 67 años y lleva cinco jubilado. Sus hijos son independientes, no tiene grandes gastos y disfruta de una pensión como antiguo médico rural con la que vive muy bien. “Es la máxima, 2.500 euros”, explica. Pero uno de esos giros de la fortuna que parece que solo le pueden pasar a otro, ha dado al traste con esa situación idílica. Hace algo más de un año y medio le diagnosticaron un cáncer de colon metastásico con una mutación especial y de muy mal pronóstico.
|
etiquetas: josé antonio abella , cáncer , medicación , sanidad pública , no financia