Cientos de veteranos, incluidos exasesores de Seguridad Nacional de Bush u Obama, al servicio de monarquías que violan los derechos humanos. Más de 500 militares de Estados Unidos retirados, entre ellos decenas de generales, han aceptado lucrativos trabajos para gobiernos extranjeros, principalmente en países que pisotean los derechos humanos. Todos ellos han contado con el visto bueno del Pentágono, que ha tratado de mantenerlo en secreto, revela una investigación de The Washington Post. Esto sucede desde 2015.