Ashley Diamond fue liberada de una prisión masculina después de cumplir tres años por violar su libertad condicional por un delito no violento. Ashley fue violada repetidas veces en una prisión de Georgia, donde le negaron las hormonas femeninas que había tomado durante 17 años. Los prisioneros y prisioneras trans son 10 veces más propensos a sufrir abusos. "¿Cómo podemos, como seres humano, hacer que otro ser humano sienta que es tan poco valioso que su vida es desechable? Hablo de esto porque no quiero que nadie más lo sienta, nadie".
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