Ha llegado la moda de los "semáforos LGTB", porque como todo el mundo sabe, que el muñequito del semáforo muestre a una figurita masculina (¿quién dice que no es una chica con pantalones, quizás una lesbiana?) es heteropatriarcal y opresor. Comenzó el ayuntamiento de San Fernando, en Cádiz:

www.eldiario.es/andalucia/cadiz/Ayuntamiento-San-Fernando-semaforos-di

Y se suma el Ayuntamiento de Madrid, que también pintará los pasos de cebra con los colores del arco iris;

www.europapress.es/madrid/noticia-ayuntamiento-pintara-pasos-cebra-ban

La función de los semáforos, que se sepa, nunca fue el hacer apostolado sobre la diversidad sexual. Quizás las papeleras o los pilones de aparcamiento vayan también a ser usados para felicidad de las SJW patrias. O veamos a los Guardias Civiles vestidos de colorines. Lo importante, en cualquier caso, es no quejarse de estas cosas, para no ser tachado de homófobo y fascista. Lo importante es no opinar publicamente que el dinero de los contribuyentes no está para estas gilipolleces, sonreír y seguir mirando hacia otra parte.