Vox pide votar prohibir a los menores migrantes sentarse en las paradas de autobús en Madrid, para que no las ensucien y la gente de bien no tema por su vida. El parlamento balear, con los votos del PP y Vox, ha aprobado pagar las pruebas dentales que solo la fiscalía puede acordar para determinar la edad de una persona migrante. Pueden parecer ocurrencias fácilmente ridiculizables, pero no lo son. Son instrumentos políticos concebidos para normalizar el racismo y la xenofobia como legítima defensa y, de paso, difundir su propaganda.