Los partidos políticos occidentales en general y los españoles en particular, no solo representan unas ideas, sino también una forma de ser. Es posible que alguien relativamente apolítico se sienta atraído por ciertos partidos, no por las ideas que defienden, sino por la idiosincrasia que representan.
Se suele decir que los partidos de izquierda tienden a echar a perder las buenas oportunidades con actos o comentarios que molestan a muchos. Hay incluso un episodio de los Simpsons en el que se habla de cómo los Demócratas (lo menos a la derecha que tiene EEUU), suelen acabar echando a perder sus oportunidades de ganar en el último momento por alguna estupidez. Podemos ver comportamientos similares en la izquierda patria y puede que el último ejemplo sea el espectáculo lamentable que dieron los partidos de izquierda en las elecciones andaluzas.
Los partidos de derechas suelen estar mejor organizados. Es bastante raro ver que cometan actos que ofendan a su electorado. Tienen unas ideas centrales indiscutibles y no suele haber cabida para el debate. Esa actitud, que es claramente menos democrática que la tomada por la izquierda, es también más pragmática. Pero a parte del pragmatismo, usan otras tácticas para convencer al electorado.
Las ideas
Desde mi punto de vista, existen dos grandes grupos: las ideas económicas y la sociales. La izquierda parece que da más libertad en los aspectos sociales y tiende a querer más intervención por parte del Estado en cuestiones económicas. La derecha defiende lo contrario: quiere una fuerte regulación del aspecto social y defiende a capa y espada el libre mercado.
Si la democracia española fuera una democracia sana y funcional, quizás existiría algo así como la ley de conservación de la libertad: la libertad ni se crea ni se destruye, sólo se transforma.
Vamos a suponer que ambas regiones del espectro cumplen a partes iguales lo que prometen y que ofrecen la misma cantidad de libertad. También vamos a suponer que son dos ópticas legítimas y al final, es la sociedad, desde su sentido crítico y con información veraz, la que debe decidir qué rumbo toma el país votando a unos u otros.
Con todas estas suposiciones tenidas en cuenta, partamos de la base de que desde el punto de vista ético (que no moral), todo el espectro ideológico (excluyendo a los nazis) es igual.
La idiosincrasia
Todos tenemos una forma diferente de ver el mundo. Hay aspectos, como el modo en el que nos han criado o nuestras vivencias, que nos condicionan. Los principios morales afectan a esta forma de ver el mundo. Hay personas que, por ejemplo, no necesitan conocer las leyes porque su comportamiento nunca les lleva al límite de quebrantarlas. Usando tan solo el sentido común, saben que no están haciendo nada malo.
Hay otras personas que se conocen un amplio abanico de leyes al dedillo, sencillamente porque no tiene la capacidad de ver los límites. Sus principios morales no siempre son compatibles con las normas básicas de convivencia. Muchos de ellos, viven normalmente al límite de lo aceptable. Son el tipo de personas a las que de vez en cuando hay que decirles aquello de "¿es legal? Sí, ¿es ético? No".
Hay un porcentaje enorme de la sociedad de este país que se rige por estos principios y con esa mentalidad, acepta el mismo comportamiento de otros. Es posible que la moral cristiana haya influido en este comportamiento. Se trata de una filosofía de vida muy cómoda en la que, con sólo confesarte, se te absuelve de todos tus pecados.
Hasta hace 18 años, los dos grandes partidos políticos de este país defendían unos valores democráticos similares a pesar de que ideológicamente eran muy distintos. Pero la victoria de Zapatero debida a las mentiras del gobierno de Aznar sobre los atentados del 11M, lo cambió todo. A partir de ese momento, el PP comenzó una política de acoso y derribo que ha durado hasta nuestros días. Entonces, el argumento para deslegitimar al gobierno era que los atentados terroristas tenían por objetivo manipular la opinión pública para cambiar el curso de las elecciones. Ese argumento ha ido evolucionando a lo largo de los años hasta llegar al actual "gobiernan con ETA".
Fue en ese momento (después del 11M) cuando la idiosincrasia de los partidos de derechas divergió con respecto a la de los partidos de izquierda (sí, incluyo al PSOE a pesar de no ser de izquierdas). La era del "todo vale" había dado comienzo.
Estos son algunos ejemplos de ese comportamiento:
· Las mentiras del 11M, las cuales, todavía hay periodistas y políticos que defienden (o no desmienten): lo hicieron para engañar a la gente y no recibir el voto de castigo por haber puesto a España en el punto de mira al ir a una guerra ilegal.
· Cuando llevaron al Constitucional artículos del estatuto de Cataluña que eran un calco de artículos del estatuto de Andalucía: ¿Por qué denunciaron los artículos catalanes y no los andaluces? En realidad, les daba igual el estatuto de Cataluña. Lo único que querían era provocar un malestar social en Cataluña tal que les sirviera como arma electoral. Y lo consiguieron. Entre todos acabamos con el conflicto vasco y ellos sembraron y regaron la semilla del conflicto catalán porque la paz y la convivencia les perjudica electoralmente.
· Cuando han creado polémicas estériles para desviar la atención sobre el consumo de carne o las macrogranjas por citar dos recientes. Por cierto, ¿alguien ha vuelto a hablar de esto después de las elecciones de Castilla y León? Claro que no, porque no era más que una treta para arañar votos. A ellos en realidad les da igual los ganaderos.
· La campaña en Europa para que no dieran los fondos europeos post-pandemia: lo hicieron para sumir a España en una profunda crisis económica y poder culpar al gobierno de haber provocado dicha crisis.
· Los adelantos electorales de Madrid, Castilla y León y Andalucía aprovechando que las encuestas eran favorables: no había necesidad del adelanto, pero lo hicieron porque si hubieran esperado a su momento, hubieran sacado menos votos, perdiendo mayorías absolutas y puede que incluso las elecciones.
· Usar a asesinados de ETA para dar espectáculos: lo hacen para hacer creer que ETA sigue viva a través de Bildu y reforzar su argumentario contra el gobierno. En realidad, les da igual ETA y sus víctimas. Recordemos que la paz y la convivencia no son una opción viable. Es necesario un conflicto. Y si no existe, se crea.
· Apelar a la libertad en contra del socialismo o el comunismo: quizás penséis que quien usa argumentos tan estúpidos son personas estúpidas. Pero no lo son. En realidad, se están riendo de todos vosotros, incluso si no les votais porque son capaces de ganar elecciones con tan solo decir "comunismo o libertad" y no podéis hacer nada para evitarlo.
En resumen, son mentiras, polémicas estériles, traiciones, manipulaciones de la realidad... Y todo esto es legal. Estoy seguro de que algunos de los artífices intelectuales de estas acciones estaban rodeados de abogados a los que consultaban si se estaba cruzando algún límite.
Es legal, pero ¿es moral? Eso depende de quién analice cada una de las situaciones. Está claro que para muchos (inclusive los ejecutores), sí lo es.
Luego, se han llevado a cabo otras acciones que superan con creces los límites de la legalidad como conspirar contra determinados partidos políticos usando recursos del Estado para difundir informaciones falsas y desacreditarlos. Lo hacían porque sabían que si no hacían nada, podían ganar y desde esa victoria, podían terminar lo que no se hizo durante la Transición. No creo que sea necesario explicar por qué hay quienes tienen verdadero pánico a que algo así acabe sucediendo.
Por cierto, que en este caso, el corporativismo del cuarto poder nos está arrojando mucha luz a algunos. Todos esos periodistas que están callando o directamente están atacando a la víctima, no tienen ninguna excusa. La información está disponible y cualquiera puede consultarla. Después no podrán venir con "es que yo no sabía", "es que el contexto...", "es que me aseguraron que...", etc. Y puede que peque de optimista, pero en este asunto, veo ganando a los buenos. Sólo hace falta que una masa crítica de periodistas se acabe posicionando de una forma clara y contundente.
Siguiendo con el tema, la cuestión es, ¿por qué la derecha tiene la necesidad de usar estas tácticas constantemente para conseguir votos? ¿Tan lamentables son las ideas que defienden que no pueden ganar unas elecciones simplemente haciendo política?
La izquierda tiende a ser castigada por el electorado más que la derecha porque el electorado de izquierdas es más exigente. Sé que entre los millones de votantes de derechas, hay todo tipo de personas. Pero de entre los votantes con un mínimo de capacidad intelectual y sentido crítico, hay muchos que toleran sin problemas que se insulte su inteligencia de forma reiterada, principalmente, porque ven aceptable usar absolutamente cualquier treta para que su partido llegue al poder. Son personas diferentes, no ideológicamente, sino en su forma de ser. Mentir, manipular, traicionar, pisotear al de al lado, estar constantemente al borde de la ilegalidad y a veces incluso cometer delitos, son acciones moralmente aceptables para conseguir sus objetivos.
No es una cuestión ideológica. Es una cuestión idiosincrásica.
Los políticos de izquierdas no son seres de luz. Ellos también hacen de las suyas. Pero eso del "todos son iguales" es una gigantesca estupidez. No todos son iguales porque los votantes de izquierdas los mantenemos a raya.
Un último comentario
Para terminar (y antes de pedir la buambulancia, termina de leer lo que tengo que decir), quería recordar otro artículo que escribí que a pesar de haber recibido casi 400 meneos, no llegó a portada porque se llevó cerca de 60 votos negativos. Podría pensar que la redacción no era correcta o que el contenido estaba muy desentonado. Pero con 400 meneos me resulta difícil pensar en esa posibilidad. También podría pensar en que mis palabras pudieron ofender a alguien y, desde la rabia, votaron negativo. Pero casi 60 votos negativos tampoco se pueden explicar por eso. La razón por la que me tiraron ese artículo (y seguramente me tiren este) es porque hay personal a sueldo cuyo trabajo es dificultar que salgan ciertos textos.
Seguramente salte el típico diciendo que eso es una exageración y que nos tomamos Meneame demasiado en serio porque aquí solo estamos cuatro gatos y no le importa a nadie lo que tengamos que decir. Pero si fuera tan irrelevante, ¿por qué hay gente pagando para intentar ocultar ciertas informaciones que salen por aquí? Evidentemente, no es tan irrelevante.
Esto es un artículo de opinión. Si no estás de acuerdo, sencillamente no lo meneés. Si consideras que se merece un voto negativo, dáselo, pero deja un comentario explicando por qué mi opinión puede llegar a ser "irrelevante", "sensacionalista", "cansina", "errónea", "bulo", "microblogging" o "spam" (los votos que recibí en mi anterior texto). Porque si no dejas el comentario después de dejar el voto negativo, sabré que tienes intereses espurios y me estarás dando la razón.