Este órgano se está comportando como el ejército de Pancho Villa. Es una tropa salvaje, presa de sus mitos, sin orden y a su bola. Es de agradecer, en ese sentido, que los jueces españoles no sean controladores aéreos. La palabra que ilustra todo lo que está pasando no es lawfare. Toda esta politización de la Justicia, su asimetría, su carácter imprevisible o previsible, según los acusados, su carácter involutivo, invita a valorar la palabra prevaricación.