#2 Ellos no se confunden. Conocen perfectamente la diferencia. Lo que pretenden es confundir a los demás, y parece que les funciona. Además, la mayoría de los aquellos a los que no pueden confundir son irrelevantes o están demasiado acojonados para llevarles la contraria.
#8
-La denuncia no es "chorra sin ningún fundamento".
-Desgraciadamente ninguno de nosotros necesita ninguna "excusa para quejarse de la corrupción". Con la realidad nos basta y nos sobra. Ya lo vimos con el "fiscal defensor" del caso infanta Undargarín, y volveremos a verlo cuando resulte que esta denuncia "no vaya a ningún lado" (que todos sabemos que no lo hará).
Parece que a gente como tú no les basta con que queden impunes. Además queréis que no se note. Puedo imaginarme el motivo.
#29 De nuevo, aceptar el estado de Israel no equivale a ser sionista. No hay doble implicación. Ser sionista implica aceptar el estado de Israel, pero lo reciproco no es cierto.
A los sionistas no les basta con que Israel sea aceptada sino que, además, quieren hacer desaparecer Palestina para quedarse con todo su territorio. Que para ello tengan que masacrar a los palestinos no les supone problema alguno.
#6 No, hijo no. Ser sionista no equivale a "defender que Israel continué existiendo como estado" del mismo modo que ser nazi no es defender que Alemania siga existiendo como estado.
#9 , #10 En efecto, los sionistas promueven esa confusión para poder tachar de antisemita a todo aquel que los critique. Es algo así como Goebbels tachando de antigermano a quien critica a los nazis, o como Bush tachando de "antiamericano" a todo aquel que critique su política exterior
#5 Efectivamente, todo lo que sucede en South Park acaban aplicándolo en el mundo real.
Otro ejemplo: En el episodio «Las Bolas Saladas de Chocolate del Chef» Kartman se niega a ir al festival de cine de Sundance porque dice que el cine independiente siempre va de "vaqueros gay comiendo pudding". Wendy le responde que es un ignorante y que el cine independiente es simplemente el que carece de los medios y el glamour de las grandes producciones. Cuando finalmente van al festival, en pantalla aparecen dos vaqueros con el siguiente diálogo:
-Vaya, se ha acabado todo el pudding. ¿Que hacemos ahora?
-Tengo una idea. ¿Porqué no exploramos nuestra sexualidad?
Ese episodio se emitió en 1998, siete años antes de que se estrenara Brokeback Mountain.
Aunque creo que lo has dicho de coña, me temo que sí es lo normal. Me hubiera extrañado a la vez que alegrado que se hubiese hecho justicia. Somos putitas de un estado que a su vez es putita de otros estados.