De acuerdo a los últimos datos oficiales disponibles, la pobreza se ubicó en el primer semestre en el 52,9 %, la tasa más alta desde 2003, mientras que la indigencia trepó al 18,1 %. En solo medio año, la población bajo la línea de pobreza se incrementó en 5,4 millones de personas, en un país de 46,2 millones de habitantes. “Estamos asistiendo a una reconfiguración acelerada de la distribución del ingreso en Argentina, con prácticamente la desaparición de la clase media”, advirtió Serrano Mancilla.