#6 La defensa de la libertad de expresión, incluso en contextos donde se presume su existencia formal, debe partir de reconocer que ningún sistema es perfecto y que, en Occidente, ciertas dinámicas socavan su pleno ejercicio.
**1. La paradoja de la "tolerancia regulada":**
Occidente se enorgullece de proteger la libertad de expresión, pero bajo el pretexto de combatir el discurso de odio, la desinformación o la incitación a la violencia, se han creado mecanismos legales y sociales que silencian voces incómodas. Por ejemplo, en países europeos como Alemania o Francia, leyes contra la negación del Holocausto o el discurso islamófobo, aunque bienintencionadas, establecen un precedente peligroso: el Estado decide qué ideas son "aceptables". Esto abre la puerta a la censura arbitraria, pues el poder de definir lo "peligroso" o "ofensivo" recae en instituciones susceptibles a influencias ideológicas o políticas.
**2. La autocensura por presión social:**
Más allá de las leyes, en sociedades occidentales se ha normalizado una cultura de cancelación (*cancel culture*) donde individuos o empresas castigan opiniones divergentes, especialmente en temas sensibles como género, migración o justicia social. Plataformas digitales, bajo presión de grupos activistas o algoritmos orientados a evitar polémicas, eliminan contenido o suspenden cuentas sin criterios transparentes. Esto genera un **efecto escalofrío** (*chilling effect*): las personas evitan expresar posturas críticas por miedo al ostracismo, la pérdida de empleo o el linchamiento mediático. Así, la libertad de expresión no se limita solo por leyes, sino por un conformismo impuesto desde la corrección política.
**3. La concentración corporativa de la palabra:**
En países como Estados Unidos, la Primera Enmienda protege contra la censura estatal, pero no regula a empresas tecnológicas (Meta, Twitter/X, Google) que controlan el flujo de información. Estas plataformas, con… » ver todo el comentario
Por aquí argumentarán sobre la falta de libertad de expresión en China, los mismos que están contentos con la censura en Europa sobre RT y demás medios.
#8 Es su responsabilidad aunque no lo hagan con sus propias manos. Es información que las partes no deben tener.
La filtración viene de las partes, muy posiblemente de esos que se hacen llamar manos limpias.
#2 "Los investigadores de la Guardia Civil explican en un informe que el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, no habló con periodistas ni con nadie ajeno a la Fiscalía en la noche del 13 de marzo de 2024"
Es la conclusión de la policía, analizando dispositivos incautados y llamadas con las compañías de telefonía. ¿Que más quieres incautar?
#18 Me parece que nunca se debieron incautar los dispositivos del Fiscal General, aún estando imputado.
Están rebajado la confianza de la ciudadanía en la justicia como nunca antes en democracia. Todo por intentar conseguir lo que no consiguieron en las urnas.
Es más de lo mismo, como con Podemos. Jueces y medios al servicio de la derecha.
"A medida que la Administración en Washington desarrolla su trabajo, hay muchas comunicaciones diferentes, y estas comunicaciones se llevan a cabo a través de diferentes canales, y, por supuesto, en medio de la multiplicidad de estas comunicaciones, yo personalmente puedo no saber algo, puedo no estar al tanto de algo"
Hola @Eirene, este envío tiene varios negativos inventados, aparte no argumentan nada en los comentarios. Según las normas ¿Es algo que debo reportar en abuse o la administración actúa por iniciativa propia?
**1. La paradoja de la "tolerancia regulada":**
Occidente se enorgullece de proteger la libertad de expresión, pero bajo el pretexto de combatir el discurso de odio, la desinformación o la incitación a la violencia, se han creado mecanismos legales y sociales que silencian voces incómodas. Por ejemplo, en países europeos como Alemania o Francia, leyes contra la negación del Holocausto o el discurso islamófobo, aunque bienintencionadas, establecen un precedente peligroso: el Estado decide qué ideas son "aceptables". Esto abre la puerta a la censura arbitraria, pues el poder de definir lo "peligroso" o "ofensivo" recae en instituciones susceptibles a influencias ideológicas o políticas.
**2. La autocensura por presión social:**
Más allá de las leyes, en sociedades occidentales se ha normalizado una cultura de cancelación (*cancel culture*) donde individuos o empresas castigan opiniones divergentes, especialmente en temas sensibles como género, migración o justicia social. Plataformas digitales, bajo presión de grupos activistas o algoritmos orientados a evitar polémicas, eliminan contenido o suspenden cuentas sin criterios transparentes. Esto genera un **efecto escalofrío** (*chilling effect*): las personas evitan expresar posturas críticas por miedo al ostracismo, la pérdida de empleo o el linchamiento mediático. Así, la libertad de expresión no se limita solo por leyes, sino por un conformismo impuesto desde la corrección política.
**3. La concentración corporativa de la palabra:**
En países como Estados Unidos, la Primera Enmienda protege contra la censura estatal, pero no regula a empresas tecnológicas (Meta, Twitter/X, Google) que controlan el flujo de información. Estas plataformas, con… » ver todo el comentario