Se trata de poner límites a las libertades que golpean los Derechos Humanos o hacen abuso de ellos. Por algo se redactaron despues de la II GM.
Vetar a Trump o a cualquier corporación o gran empresa que pisotease Derechos Humanos, ¿qué tiene de malo?
Alguien tiene que decir, "hasta aquí hemos llegado". Los ultra-fascistas, los neo-liberales, las grandes empresas, acogiéndose a "las libertades" pueden generar un genocidio. Os pongo un ejemplo, que una farmacéutica venda un medicamento para enfermos del corazón, a 1000 euros. Otro ejemplo, que un partido político abogue por la pena de muerte a quien robe para comer. O que alguien vitoree a Hitler. Otro ejemplo, una empresa de electricidad ponga el precio por encima de lo que la mayoría podemos pagar.
Mutaciones altamente contagiosas: la de Reino Unido, Brasil, Sudáfrica, Japón... Parece que el virus está contento y crece y se reproduce y muta con fecundidad inmensa.
Una fuerte restricción mundial de 10 días acabaría con esto. Sin más. Pero las farmacéuticas no ganarían.
Estos del PP y de VOX son los que luego van de demócratas y que son capaces de acusar al populismo de izquierdas a lo que ocurrió en el Capitolio. Sin embargo son ellos, los mismos de toda la vida los que no aceptan la realidad y a los que poco les importa los derechos y las libertades de la ciudadanía.
En fín, es la DERECHA y EXTREMA DERECHA envalentonada ante las revueltas generadas por un "PATO COJO" a los que les gustaría ser tan poderosos como un loco con el botón rojo del planeta para aterrorizar a la mayoría con la finalidad de lograr el poder.
Demasiados republicanos creen a pies juntillas las FAKE NEWS. ¿Trump ha hecho mucho por la gente?, ¿qué ha hecho si puede saberse?, ¿el muro con México?, NI ESO.
Trump es un vendemantas con una gran parte de genocida ya que una pandemia como la que existe no se puede obviar y él lo hizo, giró la cabeza. Ha lanzado mentiras sin cesar. Todo lo que no es darle la razón lo traduce como apoyo al gobierno chino, al comunismo. Igual si les hubiese imitado hubiese evitado la expansión del coronavirus.
Sus acusaciones que ha estado realizando sobre "FRAUDE ELECTORAL" -sin poderlo demostrar- son una llamada a sus partidarios, que le han creído a pies juntillas, sin dudar. Ese problema es grave, que la gente le crea ciegamente.
Estoy pensando en la noche pasada, en EUA de Washington la tarde, cuando el secretario de estado Pompeo lanzaba un twit cada media hora, todo ello emborrascado con otros twits sobre el apagón. Los republicanos celebraban que hubiese un apagón de las comunicaciones, general. Comentaban que Pompeo enviaría un twit cada media hora, luego cada quince minutos, y a menos, hasta que se produjese el apagón, o algo "gordo", y entonces el aún presidente Trump lanzaría un mensaje de emergencia institucional a todos los ciudadanos a través de sus móviles, ya que no había podido usar las redes.
Suele decirse que quien hace terror es un terrorista.
Mientras tanto circulaban noticias en diarios estadounidenses. Que si había habido apagón en Pakistan, en el Vaticano, que si en Berlín, incluso en París. Que si el Papa estaba detenido por pederastia. Incluso hoy acusaban a Pelosi de tener un hermano pederasta.
Acusa de lo que probablemente se le podría acusar a él, amigo de Jeffrey Epstein, pillado en una auténtica locura sobre prostitución y pederastia y que acabó, en teoría, en suicidio.
Trump se ha vuelto experto en mentiras y ha cortado gran parte de las relaciones con organizaciones internacionales, todo con la finalizad de cubrir su culo, pues debe mil millones de dolares a diversos países.
Pero la ceguera de millones de personas continúa. La mentira como marca de un futuro próspero, lleno de libertad, que no se puede contradecir porque puedes ser acusado de pro-chino, es absurda.
Se supone que no fue suficiente el hackeo a los diversos departamentos importantes (seguridad, defensa, etc) de los EU, que los republicanos de Trump necesitaban algunas otras claves. Se llevaron el portatil de Pelosi, entre otras cosas, a saber.
Al margen de lo que está ocurriendo, parece ser que los poderes más oscuros se están frotando las manos. Sin darnos cuenta, al pensar y actuar contra la extrema derecha, estamos abogando por un mundo globalizado y por la industria armamentística y las guerras.
Guatemala o Guatapeor.
Sin justicia ni igualdad. El pobre -en cualquier caso- siempre más explotado y más pobre. El ser humano y el planeta, sin recorrido. El tema es espeluznante.
Es cierto que Internet ha cambiado nuestra manera de ver el mundo, nuestros hábitos. Y es cierto que la situación actual con respecto a las plataformas sociales es bastante peliaguda. No queremos restricciones. Queremos una internet libre donde el ciudadano/a sea el responsable máximo de sus ideas, y en segunda instancia, las empresas que manejan esas redes -bajo el compromiso de "buena fe". Pero mira por dónde, Trump se plantea -lo que en las salas oscuras de diversidad de gobiernos también- es que sean los gobiernos los que tengan la última palabra, que digan "qué es la decencia y el respeto y qué no lo es" bajo la amenaza de poder denunciar en caso de que estas empresas incumplan.
Sus analistas debieron señalar que pasaría lo que ha ocurrido, que le "banearían" de la mayoría de redes sociales. Precisamente por todo lo anterior, antes de la votación del presupuesto en defensa, supeditó esta aprobación a su propuesta de eliminar el artículo 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones. Artículo que protege al ciudadano/a y a la moderación de la diversidad de plataformas -según sus perspectivas-. Pero su golpe de estado virtual no tiró hacia adelante. Este artículo 230, de hecho, es una importante base del funcionamiento en la interacción de usuarios con internet, e internet con los usuarios.
No recuerdo quien, dijo que lo que más rápido cambia en nuestro entorno son los medios de producción. E internet, como maquinaria de producir contenidos, va a cambiar mucho. El protocolo de internet IPV6, el desarrollo HTTP, las webs absolutamente interactivas, el mercado con sus múltiples intereses, los gobiernos, van a marcar un Internet menos libre, donde el acceso a la red quedará asociado a un número de cuenta bancaria. El sistema capitalista es así.
Un cuento ganador de un diario digital -del que tampoco recuerdo el nombre- hablaba de que por fín Dios existía. Ese Dios se había formado gracias a las mentes de todos los usuarios -conectados a la red-.
Un abrazo a todos los sanitarios. Que ahora se la juegan doblemente. Después de todo esto, un aumento salarial en reconocimiento a vuestra tarea sería lo idóneo. Adelante, fuerza y ánimo.
Igual en lo de "pura raza española" no entra el caballo herido en el trasiego de la huerta, ni el viejo caballo al que se asesina para vender su carne tras un expositorio de una carnicería cualquiera. Solo es pura raza española aquello que hace deleitar los ojos de unos cuantos afanosos millonarios -o que desean cubrise de gloria- a los que no les importa subyugar el caracter animal al capricho humano, eso si, español, muy español.
Por mucha admiración hacia las palabras grandilocuentes, de jerga equestre, de caviar en las rocas -como dice Cari Grant-, el caballo es un animal que merece ser respetado en su libertad.
¿Una foto? ¿Si?
De las pocas cosas que Trump prometió, el muro en la frontera de México, aprovechándose de una sociedad llena de prejuicios y racismo: "el extranjero -hispanos, chicanos, etc- es un violador, viene a quitarte el trabajo, trae droga", con la finalidad de ganar las elecciones. Curiosamente muchos mejicanos e hispanos le votaron para elegir aquello de lo que huyeron: sociedades pobres e ideológicamente algo distintas al sistema capitalista.
Que vaya a ver el muro (que se había empezado a construir bajo el mandato de Obama), es una llamada casi electoral, es un pretender retrotraer a quienes le votaron "por qué le votaron" y la búsqueda de apoyo.
El trasfondo ideológico se escapa en este artículo. Y entonces solo queda blanco o negro. Alto o bajo. Si o No. Y no es eso.
Por poner un ejemplo, pongamos que en España gana un partido de ultra-derechas, racista, xenófobo, contra la sanidad pública (tema peliagudo porque ya no se qué partido está 100% por la sanidad pública), contra la salubridad del medio ambiente y que está por favorecer a las minorías, aumentando, por lo tanto, las desigualdades sociales.
La estrategia de la derecha es demonizar a sus adversarios, "son malos, comunistas, populistas, se acabará el mundo" y nunca decir la verdad, "a los ricos les ponemos alfombras y a vosotros os sacaremos la sangre con máxima explotación y con menos derechos laborales y libertades". Y los votantes, ciegos, creerán las mentiras, obcecados por continuas promesas.
Es lógico que cualquier partido político adversario de esas derechas genocidas, no cese de insistir en que no es posible, en el siglo que estamos, llevar adelante las políticas que pasan por encima de la llamada "democracia" con pies de elefante, resquebrajándola. No se puede poner ante un juzgado a dos personajes, uno bueno y uno malo. Solo a uno. Ese uno es aquel que pisa los derechos fundamentales humanos y de respeto al medio natural. Ese uno puede llamarse Hitler, Franco, Trump u otros gobernantes a los que no les gustan las leyes para todos, solo "para los otros". Ese uno es criminal.
Querer hacer crítica al "adversario" de Trump, no tiene mucho sentido, en estos momentos.
Los republicanos que se concentraron frente al capitolio y los que lo asaltaron no lo hicieron por lograr derechos básicos. Obedecieron ciegamente al plan urdido por su presidente Donald con el fin de que se mantuviese en el cargo hasta el año 2024, cayese quien cayese.
Trump había reiterado hasta la saciedad las palabras "fraude electoral" -que nunca pudo demostrar- en sus twits. Fue inflamando las rabias de sus votantes hasta que de manera "descontrolada" les abocó a su detonación en el día 6 de enero en el Capitolio.
Esas personas, para nada comparables con los manifestantes -la mayoría negros- contra el asesinato de George Floyd, se habían desplazado a la capital para mostrar a su "Dios" su fidelidad, ya que los republicanos no desplazados, según los convocantes, no podrían considerarse republicanos.
Aquí la policía apenas arresta a los fascistas y ultras cuando se manifiestan, hagan lo que hagan. Sin embargo cuando la gente se manifiesta por un techo, un trabajo y una vivienda dignos, en ocasiones los palos van que vuelan.
Esa es la realidad, negarla es ponerse la mascarilla en los ojos.
Trump es un experto comunicador, tanto como lo fue Goebbels. Sus millones de seguidores no le cuestionan. Van en la dirección que señala su dedo. También es experto en escabullirse. Cuando en el congreso y senado la brújula de culpas se gira hacia su persona, él entonces se hace el enano y señala a los suyos, a los Qanon, a los Proud Boys, y a toda esa gente que le tiene endiosado, porque allí, en EEUU, la mezcla de la política con la religión es espantosa, y le adoran. Sustituyen a dioses por políticos, si el prestigio económico y el éxito se les hace envidiable. Siempre he creído que el cura promete el cielo, que el psicólogo el nirvana interno y que el político promete bienestar en la tierra. Parte del pueblo norteamericano ve en Trump una yuxtaposición de deseos -cielo, tierra y mente-, todos en él. Dios ha llegado a la tierra para salvarles.
Tras las cámaras y con una gran bolsa de palomitas viendo que los suyos hacen por él "lo correcto", que es tomar el Capitolio, con facilidades de acceso encargadas -muy probablemente- por él mismo, mientras niega que acuda la Guardia Nacional -cosa de la que tuvo que encargarse Pence, al mucho tiempo del inicio de los sucesos en el Capitolio-, les empuja a continuar para luego escribir un twit, "Esto es lo que pasa cuando.."
Hay 5 personas asesinadas en la contienda provocada por él mismo.
Trump encontró la puerta de entrada a la Casa Blanca. Sabe entrar y no sabe/quiere salir. Debe padecer estreñinimiento, a todos los niveles.
Trump se sabe pillado de los "eggs" si determinados procesos de destitución se inician, aunque como "insane" paranoico y psicópata lo tiene todo muy bien pensado. Trump no es un político, es un empresario sin principios y su presidencia le ha proporcionado una alcurniosa posibilidad de adinerarse aún más.
Sus empresas y sus saldos bancarios son su MAGA (hacer su bolsillo grande de nuevo) han sido de vital importancia en estos últimos meses y es por ello que organizó una gran campaña de mentiras para recoger dinero de sus "simpatizantes" con la excusa de financiar demandas y similares. Debe de haber logrado un gran capital, suficiente para que los principales bancos en los que tiene créditos millonarios queden complacidos por bastante tiempo. Todo lo tiene pensado. Los indultos a familiares, su auto-indulto.
¿Se ablandará Mike Pence ante la enmienda 25 o ante un juicio político?, ¿los republicanos, ante el voto de su destitución, tendrán miedo de que Trump acceda a archivos secretos de sus momentos más oscuros? El todavía presidente va a saco, y como los americanos expresan "tirará bajo el autobús" a todo aquel que no le diga amén a su ciénaga de proyecto. Un proyecto supremacista, hitleriano, anti-ciencia, que niega el total de muertes por el coronavirus y que acusa estúpidamente a China de haberlo causado para que Donald pierda la presidencia.
Una locura.
No contempla perder. Trump es el típico hombre machista que prefiere matar a su familia antes que suicidarse. Matar América antes que reconocer su derrota. Y ahora sigue un plan, su plan, pues su lucha sigue, aunque tenga que lanzar un discurso que ni siquiera ha escrito él.
Las palabras de Trump en el vídeo son papel mojado sobre un millón de mentiras.
Lo que está claro es que las Fake News aman a Trump. Antes de demostrar fraude ya lo denunció en los juzgados. La razón es lógica: él cometió fraude, por lo que no entraba en sus expectativas el PERDER. Tanto es así que ahora anda buscando subterfugios y recuentos. Los números no le salen por la razón de su siniestro acometido. Posiblemente hubo fraude y sobre-fraude. Por parte de ambos colores.
Lo de la bota no se entiende. Cualquier persona con un móvil en la mano está localizable, más en esas instancias, y/o con un micro-chip (que cada vez son más pequeños). No es preciso algo tan grande como un cabestrillo similar.
Algo que no entiendo es que yendo andando como va, hacia una autocracia, la gente republicana siga sus consignas, absolutamente zumbadas. Se ha hecho con el pentágono. Hace y deshace a su antojo saltándose las normativas que le sobran. Pretende un estado sin la constitución americana, base de los juramentos del poder político. Hace proclamas de "ganadores", llama a la violencia e ignora todas las personas muertas por el coronavirus y cualquier medida de protección.
En USA tienen leyes que pueden desautorizarle. Tienen leyes. A voz de pronto podría estar siendo juzgado, a nivel fiscal y político. Pero sus seguidores se mantienen autómatas, accionados por twits que les mueven a repetir de manera incasable lo que su dios diga.
Y ojos, en USA estas elecciones van de... "votar a la derecha radical o a la derecha liberal". Cuando hablan de izquierdas y socialismo da risa. Deben haberles repetido mucho las mismas tesis, porque confundir confunden un rato.
Chicas y chicos. No os pongáis así. Hay mucho creyente político-religioso cuya fe en las promesas de los políticos es absoluta. El principio de realidad es caerse de la parra.
Si lo que pretendéis es que todo el mundo hable como un clon, seguid votándome en negativo. Lo aceptaré, pero si apreciais la diversidad, votadme en positivo. Los votos en negativos no son nulos ni ilegales.
En la mayoría de elecciones hay tongo. Entre las empresas contratadas a dedo, de recuento, los intereses políticos, los muertos que votan y las monjitas que llevan ancianos a las mesas electorales -apañadas vamos-. Y ocurre que Trump si hubiese ganado hubiese aceptado con los ojos cerrados los resultados.
Trump es un fraude y Biden no se queda atrás. De hecho, lo que llaman democracia -que no lo es- es un fraude. La gente no decide. La gente vota para que los poderosos (aquí no hay izquierdas) de las finanzas internacionales (sector bancario, farmaceutico, armas y otros) decidan si nos van a joder muchísimo o mucho. O si nos van a dejar muy apretada la soga o un poco menos, aunque apretada.
Aunque con la victoria de Biden muchas familias mejicanas y otras, no quedarán separadas por el sadismo político de Trump, o las propuestas medioambientales podran contemplarse. Aunque todo eso son migajas, al lado de lo que podrían hacer los principales gobernantes del planeta.
La política exterior de ambos es tenebrosa. Recordad que son potencia mundial en la producción de armas mata personas. Trump no ha acabado con la humanidad porque -estoy convencida- que se lo han imposibilitado, aunque en más de una ocasión ha peligrado toda la esfera azul.
Esta es la perversión del sistema. Y ahora hay batalla entre los noticieros más relevantes. Que les den. A todos.
#7 y #8
Hecha la ley hecha la trampa.
Los datos pueden "vulnerarse" si la administración dice que hay un problema de "salud pública". Esta es la jugada perfecta para desvalijar nuestros datos y venderlos al mejor postor.
Los datos sensibles, especialmente sobre salud, son un tesoro. Las drogas y las tarjetas de crédito no dan tantos beneficios. Al loro amigas y amigos.
¿Quien va a controlar que nuestros datos estén debidamente custodiados?
¿Hay algún órgano que vele por ellos?
No lo hay. Solo existe la agencia de protección de datos que simplemente muestra que nuestros datos están debidamente recogidos en tal archivo que dispone de tales columnas y quien es el encargado/responsable del archivo. Pero dada la situación del coronavirus, cualquier vulnerabilidad quedará velada y justificada.
Nosotras y nosotros estamos desnudas y desnudos ante las herramientas del poder todopoderoso o omnipotente.
Vetar a Trump o a cualquier corporación o gran empresa que pisotease Derechos Humanos, ¿qué tiene de malo?
Alguien tiene que decir, "hasta aquí hemos llegado". Los ultra-fascistas, los neo-liberales, las grandes empresas, acogiéndose a "las libertades" pueden generar un genocidio. Os pongo un ejemplo, que una farmacéutica venda un medicamento para enfermos del corazón, a 1000 euros. Otro ejemplo, que un partido político abogue por la pena de muerte a quien robe para comer. O que alguien vitoree a Hitler. Otro ejemplo, una empresa de electricidad ponga el precio por encima de lo que la mayoría podemos pagar.
HAY LÍMITES... O DEBERÍAN HABERLOS.