La Archidiócesis de San Francisco se ha acogido al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras para enfrentar más de 500 demandas por abusos sexuales a menores. "La desafortunada realidad es que la Archidiócesis no tiene ni los medios financieros ni la capacidad práctica para litigar todas estas demandas de abuso individualmente, y por lo tanto, después de mucha consideración, llegó a la conclusión de que el proceso de quiebra era la mejor solución para proporcionar una compensación justa y equitativa a los inocentes supervivientes" afirmó el arzobispo.