Maples, investigadora de Stanford que estudia los efectos de la IA en la salud mental dice: “hay pruebas de que es peligrosa para los usuarios deprimidos y crónicamente solos y para las personas que atraviesan cambios, como los adolescentes”. Giray, profesor e investigador, analizó casos de adicción a chatbots de IA: “las personas afectadas por la adicción a la IA informan de una interacción compulsiva con ella, lo que resulta en efectos perjudiciales para el funcionamiento diario". Relaciones tóxicas, dependencia, conversaciones interminables.