Másters del Universo - Crítica de la película de acción real de los 80
¡Finalmente! El jefe me ha dado permiso para reseñar uno de los clásicos básicos de mi infancia: Másters del Universo! ¡Bichos de carton piedra y kilos de maquillaje, armas de gran calibre, espadones! ¡Y Dolph Lundgren, mucho Dolph Lundren! ¡Hahahahahaha! (risa demente donde las haya)
Bueno, vamos a calmarnos un poco, porque la verdad esta crítica puede acabar con la infancia de más de uno. Y no, no es broma, ya os aviso que si no queréis que vuestro niño interior se indigne, mejor que echemos todos el freno, porque el revisionado de esta mítica cinta que supuso el epitafio de Cannon Films (rematada la faena por Superman IV) es para tomársela con calma. Y es que objetivamente este fiasco en taquilla, que costó 22 millones y apenas recaudó 18, no aguanta el escrutinio del ojo crítico treinta años después.
"¡Joder, Jesús! Ya me esta matando", "¿Tío, cómo puedes hacernos ésto?, Másters del Universo es la po**a" o el im-pres-cin-di-ble "No tienes ni **ta idea, estas valorando una obra de arte porque no lo entiendes y nunca jugaste con Másters, seguro que eras más de Barbies"... Seguramente estas sean las reacciones y respuestas de más de uno en la sección de comentarios más abajo. Pero ojo, lo primero y más importante de todo, dejadme deciros que sí, que sí jugaba, y mucho con los He-mans. Las Barbies me defraudaron enseguida cuando vi que no había nada debajo. ¡Vaya decepción me llevé, madre mía! No me extraña que tiempo después me pasara a los G.I.Joe y a los Transformers.
Expectativa vs. Realidad
Pero estoy divagando, lo que quiero decir es que a mi esta película en lo personal me toca mucho la patata porque mis primeros juguetes fueron los de Masters del Universo e incluso diré que llegué a tener una bonita colección. Y claro, cuando mi "yo" de siete u ocho años se enteró de la existencia de esta película en cines, podéis imaginar sus expectativas. Lo que esperaba ver en la gran pantalla era algo parecido a sus dibujos:
Y, sin embargo, mi yo del 88 se encontró con una película que para empezar iba de un He-man que hablaba raro. Hay que hacer notar que por entonces asumía, y sigo asumiendo, que personajes como He-man u Optimus Prime eran latinos de nacimiento y que era normal que hablasen con aquel heroico deje y seseo de ultramar. (¡¡Autobots transformense y avansen!! me sigue pareciendo el mejor grito de guerra de la historia).
Lo que quiero decir con este rollo macabeo es que si a mi yo niño de hace casi treinta años esto le olía a chamusquina, por algo sería. Y, ojo, una vez vista la película al completo, he de decir que honestamente, tenía sentimientos encontrados, que aún conservo. Lo que pasa es que al final logré conciliarlos pensando que la película de Másters del Universo era el "final" de la serie de televisión y que por eso había tantas diferencias entre una y otra. Como esos señores de negro que eran los soldados de Skeletor o todos esos villanos nuevos, cuyas figuras no llegarían hasta un tiempo después a las jugueterías.
Esta extrañeza venía dada de manos una excesiva la discordancia entre la película y lo que todos conocíamos a través de la línea muñecos, los dibujos animados tan amables de Filmmation y los tebeos que circulaban por ahí. Esta película de Masters of the Universe nadaba entre lo épicodecante y la autoparodia. Con créditos que mezclaban el furor ochentero con el opening de Superman 1, la cinta trataba de erigirse como una suerte de Star Wars ochentera, protagonizada por un tío cachas. Pero algo no acababa de encajar del todo. ¿El qué? A eso mismo vamos.
Geniales ideas, mejor premisa, mala ejecución
Como os decía antes, uno de los problemas principales era la ausencia de correlación entre la estética entre los juguetes y los personajes. Evil-Lyn (la maga mala) no era asiática sino encarnada por Meg Foster, Tee-la (la guerrera buena) no era pelirroja sino morena; He-Man llevaba más cuero que taparrabos de piel y su icónica cruz roja del pecho no se veía por ningún lado; y eso sin mencionar que espadón no se parecía en nada a la espada ancha que portaba habitualmente. Esto ya de por sí echaba para atrás mucho al niño medio. Los que esperábamos ver a nuestros juguetes en pantalla, veíamos otra cosa muy distinta. Esta diferencia, supongo, que se debió a un intento de captar a un público intermedio entre jóvenes y adultos, no haciendo una película demasiado infantil, pero tampoco demasiado adulto.
Y, sin embargo, existe una peculiaridad tremenda que hay que tener en cuenta respecto a esta diferenciación: A los chavales que jugábamos con los muñecos, nos encantaba la película muy a pesar de ella, mientras que a los adultos les horrorizó. ¿Por qué? Porque Másters del Universo, como película, tiene cosas tremendamente buenas. De entrada esa estética a matacaballo entre Star Wars y Conan. El caso es que los diseños, según dice por ahí, beben de Jack Kirby, autor que aseveró que Másters del Universo era una película de su Cuarto Mundo de DC Comics. Si llevar esa aseveración al extremo es apropiada o no, es algo que nos reservamos para nosotros. Lo que sí diremos es que la estética es simplementegenial y logra captar nuestra atención en los primeros momentos de película.
Parejamente, el reparto no está nada mal. Dolph Lundgren se defiende muy bien en su primer papel protagonista, un par de años antes de hacer Punisher, demostrando solvencia como "bueno" de película de aventuras y de acción. Tampoco es que el papel exigiera mucho, pero el tipo te llega hasta a caer bien y te crees que es He-Man y todo. En contrapartida, tenemos a Frank Langella interpretando a un Skeletor memorable en actuación, que no en maquillaje. De hecho, su caracterización mola tanto, que podemos decir que le consagra como uno de los mejores malos de los 80. Tanto es así que hemos de hacer notar que el actor siempre ha indicado que este papel ha sido el preferido de todos cuanto ha realizado a lo largo de su carrera y que, a pesar de su fracaso, Másters del Universo es la película que con más cariño recuerda. El resto del elenco tampoco están mal, los secundarios y figurantes cumplen y no vemos nada raro para una película que es, prácticamente, Serie-B.
Asi que recapitulemos. Ciertamente tenemos elementos de sobra para que la película a nivel visual mole, pudiendo considerarla como una película de culto y entiendola como lo que es, una producción de aventuras. Ahora bien, también tiene cositas que la machacan por todos lados. Lo primero, unos efectos especiales bastante cutrecillos, que ya para el momento auguraban que iban a envejecer mal. A esto hay que añadirle, un guión que es para echarla de comer aparte, con unos diálogos que rozan lo permitido en producciones de este calibre, y que salvo que seamos muy puñetrancos y esnobs podremos disculpar e incluso reírnos con ellos.
Pero el peor pecado del título, empero, viene de la propia trama. Originalmente, la película de Másters del Universo iba a desarrollarse en su mayor parte en el mundo ficticio de Eternia y una minúscula parte en la Tierra. Sin embargo, Dios sabe por qué, optaron por lo contrario. La mayor parte del metraje se desarrolla en nuestro planeta, saltando de la épica lucha del bien contra el mal al "Hill Valley de Marty McFly" en menos de quince minutos de historia. De repente, lo que se prometía como una contienda épica y trepidante, se convierte en "Flashdance conoce a Enemigo Mío con toque de Mi amigo Mac". Esta inexplicable elección, imaginamos que para dotar de dimensión humana a una película de aventuras y ciencia ficción, lastra la historia de manera imperdonable llevándonos a una subtrama bastante pueril, protagonizada por los adolescentes de turno. De ahí que lo único que nos deje un buen sabor de boca sean el primer cuarto de hora minutos y los últimos veinte minutos, además de las escenas puntuales de Skeletor gustándose mucho y siendo el astado más malo de la montaña.
(El momentazo que todos esperamos ver desde el primer minuto)
Tampoco es que las coreografías sean una bicoca. La ejecución de las escenas de lucha no están llevadas con mal tino, pero la repetición incesante del leitmotiv del tema principal de la película de manera indiscriminada, en un intento de hacer épicas las escenas de combate, enmarranan la ejecución de éstas. Siendo justos, hemos de decir que el director de la cinta Gary Goddard no es precisamente conocido por brillar en producciones de cine, con una filmografía casi inexistente. De hecho, volverá este año a las salas de cine con el musical Broadway 4D. Y aún así, su trabajo es decentito a nivel visual.
En fin, que Másters del Universo es, lastimosamente, el naufragio de una película que podía haber funcionado de lujo y que quizá por intentar llegar a más público del que debía llegar hizo aguas. Como decimos, tiene cosas tremendamente horribles, pero honestamente, los momentos buenos compensan sus flaquezas, erigiéndola como una película de culto para aquellos que nos gusten las epopeyas ochenteras sin pretensiones más allá la de entretener y alimentar nuestra vertiente friki.
Ah, y por cierto, antes de que Matrix Reloaded se arrogase aquello de meter escenas post-créditos, y Marvel Studios las pusiera de moda, Másters del Universo ya tuvo su primera escena al final de los créditos, augurando una segunda parte que nunca llegó a verse. Es cierto es que esta última, protagonizada por Frank Langella, parece más una mezcla de Freddy y Bugs Bunny, siendo más graciosa que inspiradora, pero aún así se le debe reconocer el mérito.
Si os animáis a verla y a quedaros hasta el final, os señalamos que hay por ahí, un Blu-Ray/DVD que conmemora el 25 aniversario de Másters del Universo. Ni se os ocurra perdéroslo si este es vuestro rollo.
¡Los 80, esa época tan entrañable! No os perdáis nuestro especial dedicado al cine de esa década. En él encontraréis películas de vuestra infancia. Todas ellas clásicos irrepetibles.
VALORACIÓN:
Una buena premisa con una estética molona y un reparto interesante, que hace aguas por un guion mal llevado y una inconcreción de tono entre película infantil o adolescente.LO MEJOR:
Frank Langella como Skeletor. Dolph Lundgren como He-Man. La ingenuidad de la cintaLO PEOR:
Las escenas de la Tierra y esos diálogos dignos de la mejor Serie-B69
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