DESAPARICIÓN

"No estaba muerto, estaba descansando", la rocambolesca historia del esquiador madrileño desaparecido en Andorra

Amplio despliegue de rescate de las autoridades andorranas, con bomberos, policía y un helicóptero

Buscaban a un madrileño de 27 años que fue localizado tranquilamente durmiendo en un apartamento

Estación de Grandvalira en Andorra, donde desapareció el equiador madrileño

Estación de Grandvalira en Andorra, donde desapareció el equiador madrileño / Joan Cortadellas

David López Frías

David López Frías

Quince efectivos de bomberos, una decena de policías, varios expertos en rescate en nieve, personal de estaciones de esquí, los amigos de la víctima… y un país entero en vilo. Todos pendientes de una operación de rescate cada vez más angustiosa. Todos buscando a un esquiador madrileño que había desaparecido misteriosamente tras subirse a un telesilla en la estación andorrana de Grandvalira.

La rocambolesca historia empezó el viernes 19. El chico, de 27 años, había llegado días atrás al país pirenaico, acompañado de un grupo de amigos y con la intención de disfrutar de una semana de esquí. Se alojaban en unos apartamentos llamados Ransol, justo al lado de la estación Grandvalira. Pero el joven dejó de dar señales de vida el viernes por la tarde.

Sus amigos le perdieron la pista en torno a las 13 horas, mientras esquiaban. Tenía que haber aparecido en el lugar en el que habían quedado todos para comer. Pero no hizo acto de presencia. Y ahí empezó a cundir el pánico entre sus compañeros. Nadie le había visto y no contestaba al teléfono móvil. Todos pensaron lo peor: que había sufrido un accidente en algún lugar remoto de la estación.

Imagen de un telesilla en Grandvalira, Andorra

Imagen de un telesilla en Grandvalira, Andorra / Cedida

Un telesilla a las 13h

Enseguida dieron la voz de alarma y el personal de la estación de esquí se sumó a la búsqueda, de forma infructuosa. Le preguntaron a los amigos si el tipo era amigo a salir de fiesta y ellos contestaron que no. Así, descartado que el tipo se hubiese descarriado en busca de diversión, desde la estación de Grandvalira dieron la voz de alarma a las autoridades andorranas. La única certeza es que el chico había cogido un telesilla a las 13 horas. Ahí se le perdía la pista.

Fue ahí donde se puso en marcha un importante despliegue de rescate, como hacía tiempo que no se ponía en marcha en Andorra. Policía y Bomberos, acompañados de expertos en rescate y de personal de la estación, realizaron batidas terrestres por toda la zona, sin conseguir pista alguna del desaparecido.

Una operación de búsqueda y rescate que empezó en torno a las 19 horas del viernes y que concluyó más allá de las 3 de la madrugada, sin noticias del joven esquiador. Para entonces, las autoridades andorranas habían inspeccionado toda la zona de Grandvalira y la zona de Tarter, que era por donde el joven había accedido a las pistas. Se temían que hubiese sufrido algún accidente y hubiese quedado atrapado en alguna zona de difícil acceso.

Tarjeta de crédito

La operación fue retomada a las pocas horas: la búsqueda se reactivó en torno a las 7 de la mañana del sábado, con las luces del alba. Esta vez, y en vistas de que el cuerpo no aparecía, pasaron del peinado terrestre a la fase aérea, utilizando un helicóptero para intentar hallar al joven. Entretanto, los amigos y la policía estuvieron indagando en diferentes hoteles y locales, sin éxito.

Cuando empezaba a intensificarse de nuevo todo el operativo de búsqueda, las pesquisas policiales dieron sus primeros frutos: la policía halló un movimiento de la tarjeta de crédito del desaparecido en la zona de Pas de la Casa, que está a unos 20 km de donde se estaba desarrollando la búsqueda. El chico había pagado allí una noche de apartamento en una zona fronteriza con España, según cuenta el digital andorrano Altaveu.

El madrileño, se desconoce el motivo, se plantó allí y decidió quedarse en la zona. Se especula con que se desorientó, se cruzó el país y decidió alquilar un apartamento para pasar la noche. Sobre las 9:15 de la mañana, el tipo fue localizado saliendo de los apartamentos de Pas de la Casa, tranquilo y debidamente descansado. Y sobre las 10, cuando el chico llegó de nuevo a los apartamentos Ransol de Grandvalira, se desactivó el dispositivo de búsqueda.

Indignados

Cuentan desde Andorra que existe una gran indignación entre el personal de la estación y los miembros del operativo de rescate. Y que podría darse el caso de que, por primera vez en la historia, el país emitiese una factura para que el descuidado madrileño abonase los costes derivados del dispositivo de rescate. Podría ser al fin de semana de esquí más caro de la historia para un turista.