Entrevistamos al fotógrafo Víctor González, que nos habla de su nuevo proyecto The Solitude of Beauty
En Cultura Fotográfica seguimos apostando por proyectos fotográficos que nos ayuden a conocer a nuevos fotógrafos y nuevas formas de entender la fotografía. Ya lo hicimos con Toño Busqueta y su fotografía de rayos, pero hoy queremos presentaros el proyecto The Solitude of Beauty, un recorrido por la Europa más fría pero que deja instantes de belleza como los reflejados en este proyecto.
Un proyecto convertido en papel que ha sido llevado a cabo por el fotógrafo español Víctor González García. Un retrato del frío desde las zonas más al norte del continente europeo que podemos disfrutar a través de 90 fotografías englobadas en 176 páginas de puro arte fotográfico.
The Solitude of Beauty busca ver la luz en formato papel y para ello su autor ha lanzado una campaña de crowfunding en la plataforma Kickstarter.
Para comenzar, ¿Cómo te iniciaste en el mundo de la fotografía?
De muy pequeño sentí cierta inquietud por la fotografía y recuerdo hacer mi primeras fotos con una Olympus que duplicaba los negativos, con un carrete de 24 sacabas 48 fotos. Más adelante, en mi adolescencia, animado por un buen amigo comencé mis estudios fotográficos, y desde entonces no he parado.
Has abarcado muchos tipos de fotografía pero el surf ha sido clave en tu carrera como fotógrafo, ¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de realizar fotografía “surfera”?
Lo principal es saber algo de surf y de mar. Si no conoces cómo funciona una ola y cómo el surfista va a desenvolerse en ella, estás perdido. Una vez sabes lo básico, entraría la capacidad del surfista en realizar una buena maniobra y la del fotógrafo de saber cuándo la va a realizar. Después ya vamos a la creatividad; para mí lo más importante es una buena composición, que la foto te cuente algo, que veas más allá de la ola y de lo que el surfista hace en ella. Una foto con una maniobra bonita y que a la vez te transporte a el lugar donde se ha tomado sería, en mi opinión, lo ideal.
Háblanos de tu nuevo proyecto, ¿Cómo surge The Solitude of Beauty?
Este proyecto nace después de un viaje por carretera que realicé durante el otoño del 2016, saliendo desde mi Castellón natal y llegando hasta el punto más al norte de Europa que se puede alcanzar conduciendo, Norkapp, en Noruega. Fueron algo más de dos meses perdiéndome por carreteras secundarias, sin nada fijado previamente, yendo sobre la marcha junto a mi perro Arún. Si veía algo que me parecía interesante paraba y podía estar todo el día allí esperando la luz adecuada o que algo curioso sucediera. Me gusta mucho ese modo de viajar, sin nada pensado previamente, sin planes concretos.
Ya de vuelta y con todo el material del viaje organizado, la idea de hacer una exposición e incluso un nuevo libro comenzó a pesar. Animado por una persona cercana, poco a poco fue tomando forma en mi cabeza; qué fotos poner, qué papel usar, qué tirada hacer, etc., hasta que finalmente me lancé a ello.
En este proyecto has recorrido Europa por carretera, ¿Cómo ha sido la experiencia? ¿Qué ha sido lo más duro del viaje?
Personalmente la mayoría de los viajes que he hecho han sido una buena experiencia y este no fue menos. A veces se me hizo duro en ciertos aspectos, pero conocí un poco más de cerca la cultura de países europeos que no había visitado aún, como Polonia, Lituania, Letonia y Estonia, y me perdí (en muchas ocasiones literalmente) entre paisajes de ensueño como los de Finlandia, Suecia y sobre todo los del norte de Noruega, que son realmente impresionantes.
Lo más duro sin lugar a dudas fue el frío. Viajaba y vivía en mi furgoneta, nunca hice uso de un camping o de un hotel, y aunque está equipada por dentro, no tiene calefacción central. Por curiosidad me compré un pequeño termómetro que duró bien poco, pero lo suficiente como para comprobar a mi llegada al norte de Finlandia que dentro de la furgoneta, a las 6 de la tarde ya estaba a -6 o -7º. Ni idea de a qué temperatura mínima llegué, ni dentro ni fuera de la furgo, pero el frío fue un problema incluso a la hora de cocinar ya que ni siquiera el gas funcionaba. Por supuesto todas las garrafas y el bidón de agua estaban congelados. Después llegó la nieve y se quedó en una temperatura más o menos estable en torno a los 0º y 3º, la cual me parecía la gloria después de lo vivido las noches despejadas que tuve en el norte de Europa, realmente gélidas y pintadas por la aurora boreal.
The Solitude of Beauty por Víctor González
¿Por qué el blanco y negro en The Solicitude of Beauty?
The Solitude Of Beauty es un trabajo que profundiza en el frío, la belleza y la soledad que a veces conlleva en el norte de Europa. Las fotos tratan de un viaje, pero muchas de ellas lo abordan de un modo bastante poético, y creo que el mejor modo de captar esa esencia es con el blanco y negro. Al ver el material que traje de allí tenía claro que, pese a que también tengo muchas fotos de color que me gustan y que dicen bastante, el libro debía ser así. En ningún momento lo concebí de otra manera.
«Sunset» The Solitude of Beauty
He de decir que, independientemente de este libro, siempre me ha gustado el blanco y negro. Cuando trabajaba únicamente en analógico siempre tenía una cámara preparada con un carrete en b/n, normalmente contrastado y con mucho grano, como era el antiguo Kodak T-Max 3200. Cuando el año pasado publiqué mi primer libro, Más Que Mar, ya tenía en mente alguna vez hacer un proyecto sólo en blanco y negro, y The Solitude Of Beauty lo pedía a gritos.
De los países que has recorrido en este proyecto, ¿Cuál ha sido el más inspirador para ti?
Siempre me suele costar decantarme por un país en específico ya que normalmente todos me suelen aportar alguna cosa en especial. Pero en este caso supongo que lo más impresionante e inspirador fue el norte de Noruega. Sin embargo, me encantó la soledad que encontré en la Laponia de Suecia o los paísajes nevados del interior de Finlandia. Pero tampoco puedo olvidarme del resto de países. Cada uno me regaló algún momento, ya fuese de un modo más urbano, como la capital de Lituania, Vilna, o Cracovia, en Polonia, o en forma de ciudades abandonadas como Skundra II, en Letonia.
The Solitude of Beauty por Víctor González
Si tuvieras que quedarte con una fotografía que marcase tus dos meses realizando el proyecto, ¿Cuál sería y por qué?
La verdad es que es una pregunta muy difícil. La foto de la portada, Silence, hecha en Suecia, creo que da forma a la esencia del libro; silencio, frío, belleza y soledad. Sin embargo, hay otras fotos que por una razón u otra también son de mis favoritas, como la de Harmony, de Finlandia, Sunset, que parece sacada en la California de los años 70 y no en un remoto pueblecillo de la Laponia sueca, o The Window, hecha en Noruega, que también capta perfectamente lo que el libro busca transmitir. Creo que no puedo quedarme con una sola foto del proyecto.
«Silence» The Solitude of Beauty
¿Qué consejo le darías a un fotógrafo que como tú le gustaría realizar fotografía de viaje alrededor del mundo?
Que se pierda todo lo posible y que mire siempre más allá. Perderse fuera de las rutas establecidas muchas veces te permite conocer más de la cultura del lugar, al fin y al cabo en numerosas ocasiones lo turístico se ha quedado en eso, algo hecho para los extranjeros pero que ha perdido su autenticidad. También que sea paciente. Cuántas veces ves una foto, la visualizas, pero para que realmente diga o transimita más tiene que pasar algo, y en ese caso sólo queda armarse de paciencia y esperar a que suceda. Y bueno, por supuesto que siempre sea respetuoso con la gente y con el entorno que se vaya encontrando. Eso es algo fundamental.
The Solitude of Beauty por Víctor González
Hacer Comentario